¿Estás buscando una buena dieta para aumentar glúteos? En ese caso, has llegado al lugar indicado. Aquí encontrarás los alimentos y platos que necesitas para que tu entrenamiento tenga el complemento perfecto y consigas un trasero espectacular.
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¿Se puede aumentar los glúteos con la dieta?
La respuesta corta a la pregunta sobre si se puede aumentar el trasero con la dieta, es sí. La respuesta larga es un poco más complicada, porque no todos los aumentos son iguales. Es muy distinto un trasero grande por culpa de la grasa, que uno esculpido y tonificado a través del entrenamiento y la dieta.
Recuerda que el entrenamiento siempre debe ser planificado progresivamente y de forma individualizada, y con un objetivo siempre claro, como dice Bompa en su libro sobre la periodización del entrenamiento. (1)
Si eres de los que les da igual cómo engorde el trasero, entonces puedes simplemente dedicarte a comer más de lo habitual. Ahora bien, la grasa en el cuerpo no se almacena donde nosotros queremos, sino en las partes que nuestra genética dispone Además esto no es para nada sano ni aconsejable, porque una mala alimentación no solo trae acumulación de grasa, sino que también trae consigo enfermedades.
A algunas personas les engordan más las caderas, a otras el trasero, a otros la barriga… Y además, la apariencia de un trasero grande por culpa de haber almacenado grasa es, casi con total seguridad, marcadamente antiestética.
Entonces, es recomendable complementar ejercicios de una buena intensidad junto con una dieta saludable, aumentando el consumo de proteínas que permita subir ligeramente de peso, para que este aumento sea masa muscular, y reduciendo las ganancias de grasa.
En este caso, el entrenamiento y el descanso son básicos, pero a algunas personas les cuesta llegar a consumir las calorías que necesitan para conseguirlo. Aquí voy a explicarte algunos trucos sobre cómo utilizar la dieta para conseguir esos objetivos de aumentar masa muscular.
Claves de las dietas para aumentar masa muscular en los glúteos
Si buscas que tus glúteos aumenten, debes seguir una dieta con más calorías de las que consumes cuando estás en reposo y cuando estás haciendo ejercicio. Si lo haces, el cuerpo dispondrá de energía suficiente para ir creando músculo, cosa que no ocurrirá si no te alimentas lo suficiente.
Ahora bien, de poco sirve una dieta para ganar volumen si no acompañamos nuestros entrenamientos de una intensidad elevada, y de ejercicios específicos de las zonas que queremos desarrollar.
Para conocer todo esto tienes muchos otros artículos en esta página. Ahora bien, ¿cómo asegurarnos de que estamos tomando suficientes nutrientes y calorías? Pues es fácil: añadiendo alimentos a la dieta con alto aporte calórico en proteínas y valores nutricionales adecuados.
Estos alimentos son, por ejemplo, las grasas saludables, que pueden proceder de múltiples fuentes, como el aceite de oliva y de coco, el aguacate, o los frutos secos.
Todos estos alimentos contienen mucha energía en pocas dosis, así que, si eres de las que les cuesta aumentar peso, incorporarlos en cantidades moderadas te ayudará.
También puedes aumentar la frecuencia de consumo de los hidratos de carbono, pero eso sí, deben ser hidratos de carbono complejos, es decir, integrales. Sus valores nutricionales son claramente superiores a los de las harinas blancas, a cambio de una digestión ligeramente más larga.
Lo que no debes hacer nunca si quieres aumentar de peso muscular de forma saludable es empezar a comer alimentos repletos de azúcares refinados o de productos químicos, que tengan un bajo aporte nutricional.
Eso solamente condicionará a tu cerebro para desear esos alimentos porque tienen un alto valor adictivo, y deshacerte de ellos llegado el momento te resultará más complicado, por no hablar de que drenan tus niveles de energía.
Por todas estas razones es básico seguir una dieta equilibrada, también acompañada de agua y descanso, si quieres aumentar los glúteos. La salud es una de las cosas más preciadas que tenemos.
Ejemplo de dieta saludable para que crezca el trasero
En el desayuno, por ejemplo, puedes incluir dos huevo a la plancha con dos tostadas de pan de cereales, al que le puedes añadir queso de untar o margarina, un sucedáneo de la mantequilla, y aguacate.
La mantequilla no es muy recomendable a diario porque contiene grasas saturadas en altas cantidades, por eso es mejor utilizar un sucedáneo. Puedes acompañar el desayuno con un par de piezas de fruta pequeñas, y unas avellanas, almendras o frutos secos a tu gusto.
Si eres de los que adoran tomar también una bebida, puedes tomar café o té perfectamente. Y, si necesitas endulzarlo, utiliza miel o sirope de agave en lugar de azúcar blanco o refinado. La estevia es también un edulcorante recomendable.
A media mañana, puedes comer una manzana cortada en rodajas con un poco de canela o cacao puro en polvo por encima y, si quieres, una rebanada de pan integral o pan de semillas con queso, y mermelada baja en azúcar.
A la hora de la comida, puedes preparar una ensalada templada de arroz integral a la que añadirle tantas hojas como quieras: rúcula, lechuga, espinacas, canónigos, brotes tiernos, zanahoria rallada, pimientos crudos o asados… Añade aceite de oliva o un aderezo al gusto, y un par de pechugas de pollo hechas a la plancha, al horno o al vapor (evita la fritura).
Para merendar, puedes tomar algo de queso blanco batido con frutas del bosque y más frutos secos. Si te gustan, puedes añadirle semillas de chía o lino para conseguir un aporte de fibra extra.
Por último, en la cena, puedes tomar un poco de pasta con salsa de tomate natural, queso para pasta y un poco de bacon. No te asustes por comer hidratos de carbono de noche, ese es otro mito que conviene desterrar.
Lo que importa al final del día es que la comida se ajuste a tus necesidades calóricas y nutricionales: que tomes grasas saludables, proteína e hidratos de carbono, además de fibra, vitaminas y minerales.
A lo largo del día, no te olvides de beber agua y de cumplir con tu descanso obligatorio de 6 a 8 horas de sueño de calidad. De esta manera, conseguirás maximizar la ganancia muscular.
Si lo que te he puesto en este ejemplo de dieta no se ajusta a tus gustos o a tu estilo de vida, puedes estar tranquila, porque esto es solamente un ejemplo. Como hay tantas maneras de organizarse como personas, puedes dividir las calorías y los nutrientes en el número de comidas que quieras a lo largo del día. Lo más aconsejable es que acudas a un/a nutricionista profesional que realice un plan a tu medida.
Solamente es necesario que, de forma general, llegues a tus objetivos de manera saludable y sostenible.
Tu peor enemigo: las dietas milagro
Además de la comida poco saludable, existe otro enemigo ahí fuera que puede evitar que desarrolles tus glúteos o que aumentes tu volumen y tu masa muscular adecuadamente: las dietas milagro.
Nuestra cultura popular está llena de mitos sobre la alimentación: que si comes miga de pan te crece el pecho, que si comes tres aguacates al día –lo cual es excesivo- se te agranda el trasero… No hay que hacer caso de estas cuestiones sin base científica, siempre debes informarte adecuadamente. Por ello cada uno de nuestros artículos están respaldados científicamente (ir a referencias bibliográficas al finalizar cada artículo).
Además, muchas de estas dietas cusan efectos nocivos en la salud de las personas y en su metabolismo, como el que causa el azúcar que te he comentado más arriba. El equilibrio y el ajuste a las necesidades de cada persona son dos líneas rojas que no se deben sobrepasar si se quiere aumentar la masa muscular de los glúteos adecuadamente.
Como puedes ver, si consumes estos alimentos para aumentar glúteos, además de hacer ejercicio, en un tiempo récord podrás tener un trasero realmente espectacular, firme y grande. ¿No es eso lo que deseas?
Recursos bibliográficos del artículo
- Salas J, Rubio M. Consenso SEEDO 2007 para la evaluación del sobre peso y la obesidad y el establecimiento de criterios de intervención terapéutica. ScienceDirect. Disponible en:https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0025775307725319. Febrero 2007.
- (1) Bompa T. Periodización, Teoría y Metodología del Entrenamiento. 2da edición. Barcelona: Hispano Europea; 2007.
- Kraemer W, Spiering B. Crecimiento Muscular. Google Academics. Disponible en: http://media.axon.es/pdf/68796.pdf. 2008.
- Layman D, Evans E. La proteína y el ejercicio dietéticos tienen efectos acumulativos sobre la composición corporal durante la pérdida de peso en mujeres adultas. Pub Med. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16046715. Agosto 2005.
- Escudero E, González P. La fibra dietética. Scielo. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/nh/v21s2/original6.pdf. 2006.
- Vázquez M. El combate del siglo: Mantequilla vs Margarina, o consensos «científicos» sobre grasas y aceites. Fitness Revolucionario. Disponible en: https://www.fitnessrevolucionario.com/2015/05/07/el-combate-del-siglo-mantequilla-vs-margarina-o-consensos-cientificos-sobre-grasas-y-aceites/. 7 mayo 2015.
- Krell R. Productos de valor añadido de la apicultura. Boletín de servicios agrícolas de la FAO. Disponible en: http://www.fao.org/docrep/w0076e/w0076e04.htm. 1996.
- Guyenet S. Guía del comprador de aceite de oliva. Whole Health Source Nutrition and Health Science. Disponible en: http://wholehealthsource.blogspot.com/2008/04/olive-oil-buyers-guide.html. 16 abril 2008.
- López M. Lo hidratos no engordan más por la noche. El País. Disponible en: https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2016/09/14/articulo/1473870798_227497.html. 26 septiembre 2016.